lunes, 24 de noviembre de 2014



                                                    EL PLAN DE DIOS


¿Sabías que Dios tiene un buen plan para cada uno de nosotros? Lamentablemente, no todos conocen esta gran verdad, por consiguiente, no todos lo disfrutan. Muchas veces vivimos muy por debajo del nivel que Dios se propuso que gozáramos. Miramos a lo que está mal en nosotros, en lugar de mirar a lo que está bien en Jesús. Él llevó nuestros pecados para damos Su justicia (2 Corintios 5:21). Necesitamos vivir tomando en cuenta esa verdad.

En nosotros mismos no somos nada, nuestra justicia es como un trapo de inmundicia o una vestimenta contaminada (Isaías64:6). Pero en Cristo tenemos un futuro que merece ser esperado. Los términos “en Cristo”, dicho de manera muy simple, significan que hemos depositado nuestra fe en Él, en lo que se refiere a cada aspecto de nuestras vidas.

Si ofrecemos a Dios lo que tenemos, y Él nos da lo que Él tiene. Él toma todos nuestros pecados, faltas, debilidades, y nos da Su habilidad, Su justicia, y su fuerza. Él toma nuestra pobreza, y nos da Su riqueza. Él toma nuestras dolencias y enfermedades, y nos da su sanidad y salud. Él toma nuestro pasado estropeado y lleno de fracasos, y nos da esperanza y un futuro brillante.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Cómo aprender a perdonar a través de Cristo

Perdonar a alguien que te ha herido profundamente, probablemente es una de las cosas más difíciles que harás en toda tu vida. ¡Valdrá la pena todo el dolor y esfuerzo que se requieren porque al final cuando logres perdonarle tendrás una gran liberación! En última instancia, ofrecer perdón verdadero no puede ser conseguido sin la ayuda de alguien más … y esa ayuda tiene que venir de Dios, quién es el principal ejemplo de Perdón!

Lo primero es aceptar que eres tan imperfecto como esa persona que te ha lastima. También tú necesitas ser perdonado por otras personas a las que podrían haber herido de alguna forma. También estás en necesidad del perdón de un Dios perfecto.

2 Trata de entender a la otra persona; pregúntate a ti mismo qué tipo de sufrimiento ha ocurrido en su vida; qué lucha ha pasado esta persona que le he ha hecho herirte de esa manera? Tal vez, esta persona ha sido abusada en algún momento de su vida.

3 Reconoce que mientras sigas enfadado con esta persona, él o ella tendrán poder sobre ti. Esta persona podría haber olvidado hace mucho el daño que te ha causado, mientras que tú estás permitiendo que la ira haga que se te escurra tu propia vida de entre las manos.

4 Pídele a Dios que te ayude en este proceso. ¡Piensa en el perdón que Él te ofreció a través de su hijo, Jesús, un regalo totalmente gratuito, que ni tú ni yo merecemos! ¡Él nos pidió transmitir este perdón a todos nuestros prójimos; no es una tarea fácil, pero nos lo pidió porque sabe que si lo hacemos, encontraremos una gran paz y libertad! Confía en el Señor.

5 Renuncia a cualquier deseo de venganza. Es el dominio de Dios. Solamente Él sabe lo que esta persona realmente merece. Vengarte sólo te hará sentirte mejor durante un momento fugaz. Pero finalmente, te hará sentirte mucho peor. Recuerda que la gente generalmente cosechan lo que siembran.

Al perdonarle, no estás aprobando lo que sucedió. No estás diciendo que lo que hizo estuvo bien. No le estás diciendo que estás de acuerdo. Puedes seguir condenando el pecado, pero estás poniendo en manos del Señor al pecador. Con tu perdón, estás afirmando que solamente Dios es capaz de juzgar adecuadamente su alma.

7 Entiende que el perdón y la reconciliación son conceptos separados. El Señor nos pide que perdonemos, para que nuestros corazones puedan estar limpios ante Él. Pero sólo podemos confiar de nuevo y reconciliarnos si es apropiado. ("Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. "" - Rm 12.18). Para una reconciliación verdadera, ambas partes tienen que tomar la responsabilidad y poner de su parte. De no hacerse así, estaríamos en una relación de desigualdad nada saludable. Algunas veces, es mejor perdonar, pero dejar a esa otra persona atrás para que la paz retorne a tu vida. No siempre reconciliarte es una buena opción.

8 La Biblia no permite las venganzas personales. "La venganza es mía, dijo el Señor; yo pagaré", pero promover la justicia es un asunto aparte del perdón personal. Si el comportamiento ofensivo tienen una connotación criminal puede que sea apropiado que notifique a las autoridades. Este es especialmente importante cuando el comportamiento sigue dándose y otras personas pueden estar en peligro. Cada situación tiene que ser considerada en su justa medida y considerando tu propia seguridad. Recuerda que en algunas ocasiones aunque se perdona no logramos detener el comportamiento. Dios te ayudará a superar ese tiempo difícil, no necesariamente terminarlo porque hayas perdonado.

9 También debe


s saber que Jesús promete recompensas a quienes puedes superar sentimientos como no querer perdonar. " Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán dignos hijos de su Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque, si aman a quienes los aman, ¿Qué recompensa merecen?" Dios sacrificó su único hijo para que pudieras disfrutar tu vida.