miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Por qué nos ofrece Dios la vida eterna?



Las Escrituras enseñan que Dios ha puesto ante nosotros la posibilidad de recibir “vida eterna”. Pero ¿por qué razón lo ha hecho? ¿Será porque es lo justo, porque tengamos algún derecho a recibirla?

Ser justo significa tratar a las personas con imparcialidad y darle a cada uno lo que merece. Sin embargo, siendo rigurosos, ningún ser humano merece la vida eterna. La Biblia indica que “no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque” (Eclesiastés 7:20). Y todo pecado conlleva un castigo. ¿Cuál? Dios le advirtió a Adán que el día que pecara sin falta moriría (Génesis 2:17). Y el apóstol Pablo escribió por inspiración divina: “El salario que el pecado paga es [la] muerte” (Romanos 6:23). Como todos los descendientes de Adán somos pecadores, lo justo es que todos acabemos muriendo. Así pues, ¿por qué nos concede Dios la posibilidad de vivir para siempre?

Las Escrituras enseñan que la vida eterna es una “dádiva gratuita”, es decir, un regalo. Dios nos la ofrece, no porque la merezcamos, sino porque nos ama muchísimo y porque su bondad es infinita. De hecho, la Biblia afirma: “Todos han pecado y no alcanzan [...] la gloria de Dios, y es como dádiva gratuita que por su bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús” (Romanos 3:23, 24).

Lo justo sería que todos los seres humanos murieran, pero Dios ha decidido que quienes lo aman reciban vida eterna. Entonces, ¿está Dios violando sus propias normas? La Biblia responde: “¿Qué diremos, pues? ¿Hay injusticia con Dios? ¡Jamás llegue a ser eso así! Porque a Moisés dice: “Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y mostraré compasión a quien muestre compasión”.

En algunos países, los jueces y algunos funcionarios de alto rango tienen potestad para conmutar la pena a un delincuente —o incluso indultarlo— si este acepta su castigo y demuestra buena conducta. Cuando eso sucede, puede decirse que el malhechor está recibiendo una muestra de bondad que, estrictamente hablando, no merece.

Pues bien, Jehová también tiene autoridad para perdonar a los pecadores si así lo desea. Y es por puro amor que les concede la vida eterna a quienes demuestran que lo aman y obedecen sus justos principios. De ahí que la Biblia afirme que “Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hechos 10:34, 35).

En realidad, la mayor muestra del amor que Jehová nos tiene fue enviar a la Tierra a su Hijo para que sufriera y muriera por nosotros. El propio Jesús dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Así es, Jehová acepta por igual a todo el que de verdad lo ama y hace Su voluntad, sin importar su pasado. Por lo tanto, si Dios nos concede la posibilidad de vivir para siempre, no es porque lo merezcamos, sino porque su bondad es infinita y porque nos ama muchísimo.

Dios le Bendiga.

miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Por qué necesito a Dios para ser feliz?



  Pregunta: "He encontrado felicidad en mi vida. ¿Por qué necesito derivar este sentido de propósito y felicidad al concepto de un "ser divino"?"

Nuestra respuesta: Tienes razón, puedes encontrar felicidad en la vida sin tener la necesidad de Dios en tu vida. Mucha gente disfruta de un buen nivel económico, una encantadora familia y pocos problemas en su vida. De cualquier forma, no importa cuanta felicidad tengas ahora, tu vida será mucho más plena con Dios en ella. Conocer a Dios hace una gran diferencia. Piensa en ello. Llevar un triciclo parece divertido para un niño, pero cuando empieza a crecer y este niño conduce un Porsche, el triciclo parece bastante aburrido. Tú quizás piensas que tienes todo lo que siempre has deseado en tu vida, pero quizás lo estás viendo desde la perspectiva de alguien que conduce un triciclo.

Jesús dijo que Él podría satisfacer deseos en nosotros como nadie más puede satisfacerlos (Juan 4.13-14; 6.35). Esto es porque nosotros no somos sólo seres físicos, también somos seres espirituales. Solo Dios puede satisfacer nuestra hambre espiritual y saciarla completamente. Y mientras quizás estamos felices sin Dios, es sólo al conociendo a Dios que podremos tener verdaderamente el gozo, la plenitud y la paz que necesitamos.

También está el tema de la eternidad. ¿Qué pasaría si tu tiempo limitado en la Tierra, es un tiempo de prueba de Dios? Una prueba donde podrás conocer o no a Dios, si es así, ¿Cómo estás pasando este examen? ¿Estás (como dice en romanos 1) "suprimiendo" el conocimiento de Dios? ¿Ves las evidencias de la existencia de Dios a tu alrededor, y sigues sin querer conocerle?

¿Qué pasaría si nunca aceptaras a Dios en tu vida? Bien, como dices, tu todavía puedes disfrutar de los beneficios de esta vida. Pero sepas que para ti todo acabará aquí, porque has escogido rechazar a Dios. Has aceptado el regalo (tu existencia), pero has rechazado a quien te lo ha dado.

¿Qué pasaría si Dios todavía no hubiera mostrado todo, que tiene un montón de cosas más planeadas para la próxima vida, para aquellos que no lo han rechazado? ¿Qué pasaría si esa vida superara a esta vida mucho más que conducir un Porsche supera a montar en triciclo? Si tu has rechazado a Dios, seguro que no estarás allí para verlo.

Dios le Bendiga