lunes, 25 de agosto de 2014

Pasos para crecer en Cristo: Ora cada día


"Oren sin cesar"
(1 Tesalonicenses 5:17)
Es maravilloso como un versículo tan pequeño puede contener una de las verdades más grandes de la fe. Orar sin cesar significa que en todo lugar y en toda circunstancia debemos mantener una vida de oración constante.
La oración es la forma en que podemos conversar con Dios. Así como Él nos habla a través de la Biblia, nosotros hablamos con Él por medio de la oración. Ambas prácticas deben ir de la mano para que realmente podamos disfrutar Su comunión.
Ahora bien, existe mucha confusión en el mundo acerca de lo que significa orar. Algunas personas simplemente repiten oraciones de memoria, mientras que otros parecen tratar de darle órdenes a Dios. Por eso me gustaría que analizáramos brevemente la forma en que Jesús enseñó a Sus discípulos a orar en Mateo 6:6-13.
En primer lugar encontramos dos mandatos acerca de la forma de orar. El verso 6 dice "tú, cuando ores, entra en tu aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en secreto". Aunque la oración pública es una bonita costumbre (por ejemplo en la familia o la iglesia), la forma en que cada individuo puede tener comunión íntima con Dios es en un momento y lugar donde pueda estar a solas con Él.
Luego el verso 7 dice "cuando ustedes oren, no sean repetitivos, como los paganos, que piensan que por hablar mucho serán escuchados". El problema en sí no es que se repitan las mismas palabras, sino que se repitan de forma mecánica. Es decir, si al orar de todo corazón repites lo mismo en varias ocasiones no hay ningún problema. El problema radica en repetir mecánicamente oraciones aprendidas de memoria que no salen del corazón.
A continuación, en los versos 9 al 13, el Señor indica a Sus discípulos qué contenidos debe tener una oración correcta. En estos versos se encuentra el conocido "Padrenuestro", el cual solo es un modelo a seguir y no una oración que deba repetirse de memoria (recuerda lo que decía el verso 7). Veamos esos contenidos:
1- "Padre nuestro, que estás en los cielos" (verso 9): La oración va dirigida solo a Dios. Nadie más en todo el universo tiene la capacidad de escuchar a todas las personas, en todos los lugares y en todo tiempo. Jesús enseñó que nuestras oraciones debemos hacerlas en Su nombre (ver Juan 14:13), lo cual quiere decir que cuando conversamos con el Padre lo hacemos reconociendo que tenemos acceso a Él por medio del único Mediador que es Jesucristo (ver 1 Timoteo 2:5).
2- "Santificado sea tu nombre" (verso 9): Esta es una expresión de adoración. Los ángeles en el cielo expresan su alabanza a Dios proclamando Su santidad (ver Apocalipsis 4:8). De la misma manera, nuestra oración debe incluir expresiones genuinas de adoración.
3- "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo" (verso 10): Al orar siempre debemos pedirle a Dios que finalmente se haga Su voluntad y no la nuestra. No podemos intentar darle órdenes a Dios, debemos reconocer humildemente Su soberanía (control absoluto de todas las cosas).
4- "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy" (verso 11): También debemos presentar delante de Dios nuestras necesidades en oración. Al hacerlo estamos reconociendo que dependemos completamente de Él.
5- "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores" (verso 12): Es importante que confesemos delante de Dios nuestras fallas y pecados con un corazón arrepentido. De la misma manera, es muy importante que entreguemos en Sus manos a aquellos que nos han hecho algún mal y los perdonemos así como Él nos perdonó a nosotros siendo que no lo merecíamos.
6- "No nos metas en tentación, sino líbranos del mal" (verso 13): Debemos pedirle a Dios que nos de la fortaleza para resistir las tentaciones que se nos presentan cada día y que nos guarde del poder de las tinieblas para, de esa forma, vivir una vida que le traiga alabanza.
Así que, hoy mismo busca un momento y lugar para estar a solas con Dios y conversar con Él. Expresa tu alabanza al Padre, pídele que se haga Su voluntad en tu vida, preséntale todas las necesidades que estás enfrentando, pide perdón por cualquier falla y perdona a quienes te ha ofendido, y pídele que te guarde de todo ataque y tentación. Platica con Él, recuerda que ahora es tu Padre celestial, y pídele todas las cosas en el nombre de Su Hijo por quien tenemos acceso a Él.
Conforme crezcas en tu conocimiento acerca de la Palabra de Dios, enriquecerás también más tu tiempo a solas con Él. Ahora bien, también es importante la comunión con Dios en comunidad. Aunque nuestra comunión con Él es personal, también debe expresarse con otros hermanos en la fe. 

lunes, 11 de agosto de 2014

Pasos para crecer en Cristo: Lee tu Biblia



"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra".
(2 Timoteo 3:16-17)
El primer paso para conocer más a Dios y ser transformado por Su Espíritu, es leer la Biblia. La Escritura es la Palabra misma de Dios lo cual quiere decir que, aunque fue escrita por autores humanos, ellos fueron dirigidos de principio a fin para escribir la perfecta sabiduría de Dios. Al ser así, podemos confiar en que la Biblia no contiene errores y nos expresa todo aquello que Dios le quiso revelar al ser humano. Es decir, Dios inspiró las Escrituras.
Por eso este es el elemento más básico de la vida cristiana. Una persona que no conoce la Biblia es una persona que no conoce a Dios, pues todo lo que Él ha querido mostrarnos acerca de Sí mismo se encuentra claramente expresado en sus páginas. Aunque podemos conocer un poco de Él en toda la creación que nos rodea, Su revelación especial se encuentra plasmada solo en la Escritura.
Así que yo te animo a que hoy mismo comiences a leer tu Biblia. El Señor Jesús prometió que Su Espíritu, el cual mora en los cristianos, nos guiaría a toda la verdad de Su Palabra, por lo que puedes pedirle con confianza que te ilumine, hable y guíe al leer la bendita Escritura.

¿Cómo comenzar a leer tu Biblia?
Quizá ahora no conozcas mucho de la Biblia y no sepas por dónde comenzar a leerla. Básicamente la Biblia se compone de 66 libros divididos en dos grandes secciones: Antiguo Testamento (39 libros) y Nuevo Testamento (27 libros). La recomendación para todo creyente nuevo es comenzar leyendo el Nuevo Testamento completo.
Algunos consejos: 
a) Lee el evangelio de Juan (cuarto libro del Nuevo Testamento) 
b) luego lee la carta de Pablo a los Romanos (sexto libro del Nuevo Testamento)
c) después lee todo el Nuevo Testamento (desde Mateo hasta Apocalipsis) al menos 2 veces  
d) ahora sí comienza a leer el Antiguo Testamento (desde Génesis hasta Malaquías) al menos 1 vez. Cuando hayas terminado esta primera lectura completa de la Biblia, busca un buen plan de lectura para que todos los días te sigas alimentando de la Palabra de Dios.

Finalmente, siempre que vayas a leer tu Biblia habla con Dios acerca de lo que estás leyendo. La forma de hablar con Dios es la oración y de eso hablaremos en el otro artículo.