lunes, 4 de noviembre de 2013

LA NECESIDAD DE ESCUCHAR PALABRA DE DIOS




Jesús le respondió: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
La palabra de Dios es esencial en la vida de alguien que dice ser un seguidor de Cristo, porque en primer lugar la Biblia nos enseña cómo ser un cristiano y luego nos enseña a seguir a Jesús en nuestra vida diaria.
La palabra de Dios fue importante en la vida de Jesús. Lo sostuvo y le ayudó en los momentos de tentación. 
Tenemos que entender que la palabra de Dios es nuestro sustento. Vivimos de toda palabra que sale de la boca de Dios. Es la palabra de Dios que nos da la fuerza para enfrentar las realidades y dificultades de la vida. Por lo tanto, debemos prestar mucha atención a lo que el Señor nos está diciendo. Tenemos que vivir por la palabra de Dios, de lo contrario vamos a perecer, como está escrito en Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.”
La palabra de Dios da estabilidad a nuestras vidas. Jesús dijo que quien escucha Sus palabras y las obedece es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.  Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Cuando construimos nuestras vidas sobre la palabra de Dios podemos enfrentar cualquier tormenta y seguir siendo fuerte y estable. (Mateo 7:24-27)
La palabra de Dios nos da una seguridad y una garantía de cumplimiento. Jesús dijo que incluso si el cielo y la tierra pasarán, Sus palabras nunca pasarán. Dios no es hombre para que mienta, o cambia Su mente. Podemos confiar en Sus promesas con la plena seguridad de que Él cumplirá lo que ha prometido. Abraham tenía una fe firme e inquebrantable en las promesas de Dios, incluso en situaciones desesperadas. (Marcos 13:31; Números 23:19; Romanos 4:18-21)
El Señor nos habla a través de Sus siervos y profetas en la Biblia y confirma y cumple lo que Él ha hablado a través de ellos. El Señor estuvo con Samuel y confirmó todo lo que le había dicho. Por lo tanto, debemos esperar la confirmación y el cumplimiento de lo que el Señor nos ha hablado por medio de Sus siervos. (Isaías 44:25-26, 2 Crónicas 20:20; 1 Samuel 3:19)
La palabra de Dios nos libra del peligro y la destrucción. El Señor envía Su palabra en tiempos de crisis y desesperación y nos sana y nos libera de la tumba. La palabra de Dios no volverá a Él vacía, sino que hará lo que Él desea y cumplirá con Sus propósitos. Por lo tanto, debemos recibir la palabra del Señor y obedecerla y seremos liberados de la condenación eterna. (Salmo 107:20, Isaías 55:11)


La palabra de Dios nos estimula e inspira nuestra fe. La fe viene por el oír la palabra de Dios. La palabra de Dios trae claridad y comprensión en los momentos de perplejidad y confusión. La palabra de Dios trae un mensaje de paz. Por lo tanto debemos llenar nuestros corazones con la palabra de Dios que nos dará fe y revelación. No debemos ser fácilmente perturbados por las diversas voces de miedo y desesperación que quizás nos rodean. Debemos centrar nuestra atención en la palabra del Señor. (Romanos 10:17; Salmos 119:130, Hebreos 13:5-6; Filipenses 4:6-7)
La palabra de Dios nos da consuelo y tranquilidad en momentos de dolor y angustia. Nos da descanso y paz dentro de nuestro corazón. Nos da la esperanza y seguridad de la presencia y asistencia de Dios. Este es un gran consuelo y fuente de sanación para nuestros corazones rotos. Por lo tanto debemos buscar nuestro alivio y consuelo de la Palabra de Dios en tiempos de angustia y dolor. (Salmos 119:49-50; Salmos 85:8; Isaías 41:13) 
Deuteronomio 6:6 – nos dice: “Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.” Y el Salmo 119:11: “Yo he guardado tus dichos en mi corazón. . .” La Biblia también compara la Palabra de Dios a una espada. Hebreo 4:12: “La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” 
Las personas necesitan más que pan para vivir, hay que alimentarse de toda palabra de Dios, ya que nos ayuda en los momentos de necesidad, nos transforma y nos da la comprensión y el aseguramiento de la vida eterna donde tendremos “el derecho a comer del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios.” (Apocalipsis 2:7)

domingo, 27 de octubre de 2013

¿Cómo podía Jesús ser Dios y hombre a la vez?



Es innegable que la encarnación implica misterio más allá de la comprensión humana. ¿Cómo pudo el Dios eterno, infinito, Creador de todas las cosas, convertirse en un ser finito con limitaciones y debilidades humanas? Aunque no podemos entenderlo, la Biblia nos pide claramente que lo creamos. Las Escrituras declaran que Jesús, el Mesías, es verdaderamente tanto Dios como hombre.
Jesús mismo declaró claramente su preexistencia y deidad cuando dijo:

  • De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy (Juan 8:58).

En Marcos 2:1-12, Jesús proclamó su autoridad para perdonar el pecado, y en Mateo 25:31-46, Jesús declaró que juzgará al mundo. Sus enemigos entendieron el significado de estas afirmaciones. Ellos dijeron:

  • ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? (Marcos 2:7).

Por consiguiente, querían crucificarlo, específicamente por la acusación de blasfemia. Ellos dijeron:
Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios (Juan 19:7)
Y cuando sus enemigos exigieron que Jesús dijera si era o no el Cristo, Él contestó:

  • Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo (Mateo 26:64).

Aunque hay numerosos pasajes en todo el Nuevo Testamento que se refieren a la deidad de Cristo, muchos también se refieren a su humanidad. Por ejemplo, en el primer capítulo de su Evangelio, el apóstol Juan declara tanto la deidad de Cristo   como su humanidad.
Por medio de su Hijo, Dios compartió el sufrimiento de sus criaturas. Hasta experimentó sus tentaciones:

  • Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15).

Aunque reconocemos la naturaleza paradójica de la afirmación de que la segunda persona de la Trinidad, el Hijo eterno de Dios, se hizo verdaderamente humano, no podemos negar la verdad de este acontecimiento sin rechazar el significado llano de las Escrituras. Filipenses 2:5-11 nos dice cómo Cristo, voluntariamente, renunció al ejercicio independiente de sus atributos divinos. Lo hizo para ser el gran Sumo Sacerdote “que fue tentado en todo según nuestra semejanza” (Hebreos 4:15). De alguna manera, el Verbo se hizo carne, asumiendo voluntariamente un papel subordinado al Padre.
Una de las afirmaciones más fuertes de las Escrituras sobre la encarnación se encuentra en 1 Juan 4:2-3:

  • En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Muchas de las batallas dentro de la Iglesia en los primeros 400 a 500 años de existencia estuvieron centradas en la necesidad de definir la relación entre las naturalezas divina y humana de Cristo. La mayor batalla de la Iglesia acerca de este asunto ocurrió cuando los 3 intentaron definir la naturaleza divina de Jesús de una forma que la distinguía y separaba del Padre. Los arrios sostenían que el Padre es eterno, pero el Hijo no. Enseñaban que aunque el Hijo es el mayor de todos los seres creados, y además el Creador del mundo, no es “de la substancia de Dios”.
Providencialmente, el partido encontró un dedicado oponente en Atanasio de Alejandría. Éste razonaba que si Jesús no fuera verdaderamente Dios, su muerte no podía tener el infinito valor necesario para expiar los pecados del mundo. Este argumento a la larga proporcionó las bases para la victoria de la posición ortodoxa de que Cristo posee dos naturalezas, una divina y otra humana, unidas en una persona. Es Dios y hombre, no mitad Dios y mitad hombre. Es tan humano como si no fuera Dios; y tan Dios como si no fuera humano.

sábado, 5 de octubre de 2013

EL GRAN ERROR DE UN JUEZ CANADIENSE


            En Canadá, un juez dictaminó que el Ministerio Cristiano Gedeones Internacionales debe dejar de distribuir Biblias en escuelas públicas de un distrito escolar de Ontario. Los Gedeones Internacional reparten copias gratuitas de la Biblia a los estudiantes en las escuelas públicas canadienses desde 1936. Como indican en su página web, los Gedeones distribuyen el Evangelio porque "creen que la Biblia contiene un mensaje de esperanza de Dios y es de beneficio para cada persona en la tierra… Creemos que la Palabra de Dios puede cambiar vidas.

QUE ERROR MAS GRANDE DE PROHIBIR LA PALABRA DE DIOS

La carta del apóstol Pablo a los romanos dice en su capítulo 10: 14-17

14¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito! Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

16 Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?

17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Esta hermosa enseñanza paulina, nos recuerda que hay un proceso para que las almas sean salvas. Y hay elementos que no pueden ser remplazados para que este proceso se lleve a cabo , como la palabra de Dios.


Dios le Bendiga

jueves, 12 de septiembre de 2013

LA NECESIDAD DE EVANGELIZAR


   Los apóstoles y primeros cristianos, siendo impactados por la Persona de Jesucristo, impregnados por su mensaje, aprehendidos de su ejemplo, y revestidos de sus enseñanzas... sí tuvieron algo que decir al mundo de aquella época: «Iban por todas partes anunciando el evangelio» (Hechos 8:4). El mensaje de Cristo, en las primeras etapas de la iglesia primitiva, fue creído y vivido como una experiencia de fe auténtica; y, como resultado lógico, anunciado a los demás.
El mismo apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, desarrolla una reflexión lógica dirigida a todos los creyentes: «Porque todo el que invocare el nombre del Señor Jesucristo, será salvo. ¿Cómo invocarán a aquel en el cual no han creído?  ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?  ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?» (Romanos 10:13,14). Según el texto bíblico, la evangelización conlleva tres grandes vías, las cuales dirigen a la salvación de la persona que recibe el mensaje: El «escuchar», el «creer», y el «invocar» al Señor Jesús… No obstante, para que se origine este proceso, es necesario que alguien, como hemos leído, les presente el mensaje. «Hablar» es una de las acciones que utilizamos para comunicarnos; por lo que, si los cristianos permanecemos en silencio, entonces: ¿Cómo oirán sin haber quien les predique? Por tal motivo, principalmente, resaltamos la gran necesidad que hay de proclamar al mundo quién es Jesucristo y cuál es su obra; quiénes somos los cristianos y qué es lo que creemos. Es preciso, al tiempo, denunciar –con amor– el pecado de los hombres, anunciar –con valor– el arrepentimiento, y presentar –con justicia– la salvación a los perdidos. Se hace necesario, además, avisar del destino final que le aguarda a la Humanidad que vive separada de Dios; y, sin más dilaciones, comunicarles las buenas noticias de salvación. Seguidamente, habremos de presentar un proyecto de vida que dé sentido y orientación al ser humano, conforme a los principios del Reino establecido por Jesús.
Si por el contrario a lo dicho, no nos interesa, en manera alguna, ganar almas para Cristo, tal vez sea ésta una señal de que hemos perdido el sentido central de nuestra vocación cristiana.



Dios le Bendiga.

miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Por qué nos ofrece Dios la vida eterna?



Las Escrituras enseñan que Dios ha puesto ante nosotros la posibilidad de recibir “vida eterna”. Pero ¿por qué razón lo ha hecho? ¿Será porque es lo justo, porque tengamos algún derecho a recibirla?

Ser justo significa tratar a las personas con imparcialidad y darle a cada uno lo que merece. Sin embargo, siendo rigurosos, ningún ser humano merece la vida eterna. La Biblia indica que “no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque” (Eclesiastés 7:20). Y todo pecado conlleva un castigo. ¿Cuál? Dios le advirtió a Adán que el día que pecara sin falta moriría (Génesis 2:17). Y el apóstol Pablo escribió por inspiración divina: “El salario que el pecado paga es [la] muerte” (Romanos 6:23). Como todos los descendientes de Adán somos pecadores, lo justo es que todos acabemos muriendo. Así pues, ¿por qué nos concede Dios la posibilidad de vivir para siempre?

Las Escrituras enseñan que la vida eterna es una “dádiva gratuita”, es decir, un regalo. Dios nos la ofrece, no porque la merezcamos, sino porque nos ama muchísimo y porque su bondad es infinita. De hecho, la Biblia afirma: “Todos han pecado y no alcanzan [...] la gloria de Dios, y es como dádiva gratuita que por su bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús” (Romanos 3:23, 24).

Lo justo sería que todos los seres humanos murieran, pero Dios ha decidido que quienes lo aman reciban vida eterna. Entonces, ¿está Dios violando sus propias normas? La Biblia responde: “¿Qué diremos, pues? ¿Hay injusticia con Dios? ¡Jamás llegue a ser eso así! Porque a Moisés dice: “Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y mostraré compasión a quien muestre compasión”.

En algunos países, los jueces y algunos funcionarios de alto rango tienen potestad para conmutar la pena a un delincuente —o incluso indultarlo— si este acepta su castigo y demuestra buena conducta. Cuando eso sucede, puede decirse que el malhechor está recibiendo una muestra de bondad que, estrictamente hablando, no merece.

Pues bien, Jehová también tiene autoridad para perdonar a los pecadores si así lo desea. Y es por puro amor que les concede la vida eterna a quienes demuestran que lo aman y obedecen sus justos principios. De ahí que la Biblia afirme que “Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hechos 10:34, 35).

En realidad, la mayor muestra del amor que Jehová nos tiene fue enviar a la Tierra a su Hijo para que sufriera y muriera por nosotros. El propio Jesús dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Así es, Jehová acepta por igual a todo el que de verdad lo ama y hace Su voluntad, sin importar su pasado. Por lo tanto, si Dios nos concede la posibilidad de vivir para siempre, no es porque lo merezcamos, sino porque su bondad es infinita y porque nos ama muchísimo.

Dios le Bendiga.

miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Por qué necesito a Dios para ser feliz?



  Pregunta: "He encontrado felicidad en mi vida. ¿Por qué necesito derivar este sentido de propósito y felicidad al concepto de un "ser divino"?"

Nuestra respuesta: Tienes razón, puedes encontrar felicidad en la vida sin tener la necesidad de Dios en tu vida. Mucha gente disfruta de un buen nivel económico, una encantadora familia y pocos problemas en su vida. De cualquier forma, no importa cuanta felicidad tengas ahora, tu vida será mucho más plena con Dios en ella. Conocer a Dios hace una gran diferencia. Piensa en ello. Llevar un triciclo parece divertido para un niño, pero cuando empieza a crecer y este niño conduce un Porsche, el triciclo parece bastante aburrido. Tú quizás piensas que tienes todo lo que siempre has deseado en tu vida, pero quizás lo estás viendo desde la perspectiva de alguien que conduce un triciclo.

Jesús dijo que Él podría satisfacer deseos en nosotros como nadie más puede satisfacerlos (Juan 4.13-14; 6.35). Esto es porque nosotros no somos sólo seres físicos, también somos seres espirituales. Solo Dios puede satisfacer nuestra hambre espiritual y saciarla completamente. Y mientras quizás estamos felices sin Dios, es sólo al conociendo a Dios que podremos tener verdaderamente el gozo, la plenitud y la paz que necesitamos.

También está el tema de la eternidad. ¿Qué pasaría si tu tiempo limitado en la Tierra, es un tiempo de prueba de Dios? Una prueba donde podrás conocer o no a Dios, si es así, ¿Cómo estás pasando este examen? ¿Estás (como dice en romanos 1) "suprimiendo" el conocimiento de Dios? ¿Ves las evidencias de la existencia de Dios a tu alrededor, y sigues sin querer conocerle?

¿Qué pasaría si nunca aceptaras a Dios en tu vida? Bien, como dices, tu todavía puedes disfrutar de los beneficios de esta vida. Pero sepas que para ti todo acabará aquí, porque has escogido rechazar a Dios. Has aceptado el regalo (tu existencia), pero has rechazado a quien te lo ha dado.

¿Qué pasaría si Dios todavía no hubiera mostrado todo, que tiene un montón de cosas más planeadas para la próxima vida, para aquellos que no lo han rechazado? ¿Qué pasaría si esa vida superara a esta vida mucho más que conducir un Porsche supera a montar en triciclo? Si tu has rechazado a Dios, seguro que no estarás allí para verlo.

Dios le Bendiga

viernes, 26 de julio de 2013

¿Hay un Dios?


¿Existe Dios? ¿Hay pruebas? El siguiente artículo ofrece razones honestas y directas para creer en la existencia de Dios...

¿No te gustaría que alguien te mostrase -de una manera simple- la evidencia de la existencia de Dios? Sin forzar ni frases como "solo tienes que creer". Bien, aquí presentaremos honestamente algunas de las razones que sostienen que Dios existe.

1. ¿Dios existe? La complejidad de nuestro planeta apunta a un Diseñador quien deliberadamente no sólo creó nuestro Universo sino que lo sustenta hoy en día.

Muchísimos ejemplos de diseño de un Dios podrían ser dados -posiblemente un sin fin. Aquí, unos pocos:

La Tierra: Su tamaño es perfecto. El tamaño de la Tierra y su respectiva gravedad contienen una capa delgada compuesta en mayoría de nitrógeno y oxígeno que se extiende a 80 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Si la Tierra fuese más pequeña, sería imposible que tuviese atmósfera, como es el caso del planeta Mercurio. Si la Tierra fuera más grande, su atmósfera contendría hidrógeno libre, como Júpiter.

La Tierra es el único planeta conocido equipado con una atmósfera compuesta por una mezcla adecuada de gases que dan sustento a las plantas, animales y seres humanos.

Agua: Es incolora, inodora y sin sabor, aun así, ningún ser viviente puede sobrevivir sin ella. Las plantas, los animales y los seres humanos están compuestos en su mayoría por agua (alrededor de dos tercios del cuerpo humano está compuesto por agua). Ahora veamos porque las características del agua son únicas y especiales para la vida:

El agua es un disolvente universal. Esta propiedad del agua permite que miles de químicos, minerales y nutrientes sean transportados a través de nuestros cuerpos y hacia los conductos sanguíneos más pequeños.

                                                                                                             

2. ¿Dios existe? La complejidad del cerebro humano muestra una inteligencia superior tras él.

El cerebro humano: Este procesa simultáneamente una asombrosa cantidad de información. Tu cerebro capta todos los colores y objetos que ves, la temperatura a tu alrededor, la presión de tus pies sobre el piso, los sonidos a tu alrededor, lo seco de tu boca, hasta la textura de tu teclado. Tu cerebro registra y procesa todas tus emociones, pensamientos y memorias. Al mismo tiempo monitorea las funciones continuas de tu cuerpo como la respiración, el parpadeo, el hambre y el movimiento de los músculos en tus manos.

Un cerebro que procesa más de un millón de datos por segundo, mientras evalúa la importancia de ellos y te permite actuar de acuerdo a la información más relevante... ¿surgió como producto de la mera casualidad?

¿Cómo uno explica el cerebro humano?.

3. ¿Dios existe? La mera casualidad o "causas naturales" son explicaciones inadecuadas.

La alternativa a un Dios existente es que todo lo que existe alrededor de nosotros apareció por causa natural y al azar. Si alguien está jugando con dados, la probabilidad de lograr un par de seis es una cosa. Pero la probabilidad que el dado este en blanco, y aparezcan los puntos negros es completamente distinto. Lo que Pasteur intento probar siglos atrás, y la ciencia confirma, es que la vida no puede surgir de la no-vida. ¿De dónde vienen la vida humana, animal y vegetal?

Asimismo, las "causas naturales" son una explicación inadecuada para la cantidad de precisa información contenida en un DNA humano. Una persona que descarta a Dios queda con la conclusión que todo esto apareció sin causa, sin diseño, producto simplemente de la buena fortuna. Esta queriendo intelectualmente observar un diseño intrincado, y lo atribuye a la suerte.

Dios le Bendiga.

domingo, 7 de julio de 2013

¿QUÉ ES EL EVANGELIO ?



El evangelio es la comunicación singular más importante de Dios con el hombre. En Jesús, el cual es Dios el Hijo, tenemos la revelación del amor de Dios y el sacrificio que nos salva del justo juicio de Dios sobre los pecadores.

Si Ud. todavía no es cristiano y quiere saber cómo ser perdonado de sus pecados y seguir a Cristo, o sólo siente curiosidad de saber lo que es el evangelio cristiano, entonces, esto es para Ud.

La Biblia dice que todos somos pecadores:

  • Romanos 3:23: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios."

Esto significa que todos hemos ofendido con nuestros pecados a Dios. Todos hemos quebrantado Su ley; por lo tanto, somos culpables de haber pecado. Debido a esto:

  • Estamos separados de Dios:
    • Isaías 59:2: "pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."
  • Muertos en nuestros pecados:
    • Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
  • Sufriremos condenación:
    • 2ª Tesalonicenses 1:9: “los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,”
  • El único camino para escapar de este juicio es recibiendo a Cristo al creer en lo que Él hizo en la cruz:
    • Juan 14:6: “Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.’”

Debido entonces a que somos pecadores, somos incapaces de remover la culpa de nuestros pecados a través de nuestros propios esfuerzos:

  • Gálatas 2:21 dice: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”

 Esto significa que como no podemos quitar nuestros pecados; Dios lo hace por nosotros.

Es por ello que Jesús es:

  • Dios en carne
    • Juan 1:14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
  • Él murió en nuestro lugar; pagando la pena por quebrantar la Ley de Dios la cual tendría que haber caído sobre nosotros. Él satisfizo la ley de Dios el Padre al morir en la cruz.

Es sólo a través de Jesús que podemos escapar de la pena que Dios ejecutará sobre todos aquellos que han roto esta santa y perfecta ley. ¿Quiere Ud. ser salvo del justo juicio de Dios?.

Dios le Bendiga